La lírica romántica: Espronceda

La lírica romántica se estructura en dos etapasuna puramente romántica y liberal, con José de Espronceda a la cabeza; y otra posromántica liderada por Gustavo Adolfo Bécquer. Dada la relevancia de este autor, lo veremos el lunes. Hoy nos dedicaremos a los autores de la primera etapa, que son los siguientes:

Ángel de Saavedra, duque de Rivas, quien cultivó la poesía narrativa y el romance, y de cuya producción destaca El moro expósito, basado en la historia legendaria y medieval de los siete infantes de Lara (traicionados y asesinados por su tío y vengados por un hermanastro).

José Zorrilla presenta cuatro líneas poéticas: los de género oriental, como historias de amor entre cristianos y musulmanes durante la Reconquista; poemas de alabanza a las ciudades que visitaba en sus múltiples viajes (Francia, México); las piezas de circunstancias; y, sobre todo, las leyendas, las cuales destacan por su polimetría (utiliza distintas estrofas), su afán didáctico, sus ambientes tétricos y misteriosos, los elementos sobrenaturales y por estar inspirado en los relatos tradicionales del pueblo español.

* José de Espronceda, quien, después de componer El Pelayo en octavas con claros matices neoclásicos, se dejó influir por el poeta romántico Lord Byron para sus tres grandes obras:
  • Canciones, las cuales pueden estar, a su vez:
    • Protagonizadas por antihéroes, es decir, verdaderos criminales que viven fuera de las leyes y la civilización; pero que, al hacerlo, se convierten en símbolos de la libertad más absoluta. Es decir, se trata de personajes que Espronceda y el lector puede admirar, dado que son capaces de vivir como ellos desean, sin dejarse someter por las asfixiantes reglas de la sociedad. En este sentido, destacan El cosaco y La Canción del pirata:
    • Protagonizada por personajes marginales, que demuestran la falta de humanidad, decencia, piedad o misericordia de la sociedad burguesa de aquel momento. Aquí sobresalen El verdugo El mendigo
  • El estudiante de Salamanca, un poema narrativo que se inspira en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina. Su protagonista, Félix de Montemar, es el típico seductor cuyo único objetivo es disfrutar de la vida y los placeres del sexo sin pensar jamás en las consecuencias. De hecho, se considera por encima de las leyes humanas y divinas, actuando con soberbia y desprecio por absolutamente todo. Así se comportará con doña Elvira, su última víctima. Cuando la abandone, ella morirá de dolor, lo que llevará a su hermano a buscar venganza. Después de que don Félix lo mate en un duelo, él se encaprichará de una nueva mujer misteriosa que ve en el cementerio. Allí, de noche, contemplará una visión de su entierro; pero eso no lo espantará y acompañará a la figura femenina hasta una capilla, donde se casarán. Entonces se revelará que era el espectro de doña Elvira, que lo arrastra hasta la tumba para que pague por una vida repleta de crímenes. La polimetría, los ambientes nocturnos y tenebrosos, la obsesión con la muerte y el componente sobrenatural son sus rasgos principales.
  • El diablo mundo, obra de tono profundamente pesimista, que reflexiona sobre el sentido de la existencia humana. Está conformado por una introducción y siete cantos, siendo el más destacado el Canto a Teresa. Escrita en octavas reales, se trata de una elegía, es decir, un canto funerario dedicado al gran amor de su vida, Teresa Mancha, expresando el profundo dolor que siente al haberla perdido (y ni siquiera poder llorarla públicamente para evitar el escándalo) y mostrando su nostalgia por los felices momentos que vivieron juntos y ya no recuperarán:

Comentarios