Las clases de palabras (II)

La única categoría morfológica que nos queda por estudiar en este arranque de curso es el verbo. Si queréis saber cómo analizarlo correctamente, por favor, visitad los enlaces de la entrada anterior, que os serán de mucha ayuda en esta tarea. Por ello, ahora nos vamos a centrar en otros aspectos del verbo, en especial en aquellos conceptos nuevos que habéis aprendido en el pasado mes de septiembre, comenzando por su estructura morfológica.

Como recordaréis de Secundaria, todas las palabras están formada por morfemas, que son la unidad mínima de significado de la lengua. Del mismo modo, todas poseen un morfema léxico o raíz (también llamado lexema), que es el que aporta el significado léxico, es decir, el que aparece en los diccionarios. Los verbos no son una excepción y, para hallar su raíz, el procedimiento es muy sencillo: lo primero que hay que hacer es localizar su infinitivo. Por ejemplo, "Animabais" es parte del verbo animar, por lo que su infinitivo será animar. A continuación, elimino, en ese infinitivo, las partículas -ar, -er o -ir. Lo que quede tras realizar esa operación será el lexema o raíz de ese verbo. En nuestro ejemplo, si a 'animar' le quito -ar, lo que queda es 'anim-'. Pues bien, esas letras conformarán su lexema o raíz.

Las letras que resten tras esta operación ('-abais', en este caso) conforman la desinencia verbal, que es aquella parte del verbo que indica la persona, el número, el tiempo, el modo, el aspecto y la voz. Dicha desinencia, a su vez, puede estar conformada por:

* La vocal temática, un morfema flexivo que señala la conjugación a la que pertenece el verbo. Va justo al lado de la raíz. Existen, en principio, tres vocales temáticas, a saber, la 'a' para la primera conjugación, la 'e' para la segunda y la 'i' para la tercera. No obstante, hay que tener cuidado cuando el verbo esté en subjuntivo, pues la vocal temática puede variar. En este sentido, recordad:

a) En la primera conjugación, la vocal temática 'a' cambia a 'e' en el presente de subjuntivo: ame, amemos.

b) En la segunda, la vocal temática 'e' cambia a 'a' en el presente (tema, temamos); y a 'ie' en el pretérito imperfecto y el futuro simple de subjuntivo (temiera).

c) En la tercera, la vocal temática 'i' cambia a 'a' en el presente (parta, partamos); y a 'ie' en el pretérito imperfecto y el futuro simple de subjuntivo (partiera).

* Los morfemas flexivos o desinencias de persona y número, que son solo cuatro en castellano: la 's' para la segunda persona del singular; 'mos' para la primera del plural'; '-is' para la segunda del plural; y 'n' para la tercera del plural.

* Los morfemas flexivos o desinencias de tiempo, modo y aspecto.

Dado que las vocales temáticas y las desinencias de número y persona son fáciles de reconocer, las de tiempo y modo se pueden localizar por descarte. Sigamos con el ejemplo de "Animabais", cuya desinencia es '-abais':

- Como es un verbo de la primera conjugación, la vocal temática ha de ser una 'a' escrita al lado de la raíz. Por tanto, '-a' sería nuestra vocal temática.

- Solo hay cuatro desinencias de número y persona, y una de ellas aparece en este caso: '-is'.  A fin de cuentas, el verbo está en segunda persona del plural. Por tanto, '-is' es nuestra desinencia de persona y número.

- En consecuencia, todo lo que nos queda ('-ba') será la desinencia de tiempo, modo y aspecto.

En definitiva, la estructura morfológica de 'Animabais' es: 

a) 'Anim-', que es la raíz.

b) '-a-', que es la vocal temática.

c) '-ba', que es la desinencia de tiempo, modo y aspecto.

d) '-is', que es la desinencia de persona y número.

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En el ámbito semántico, los verbos se clasifican según su valencia, que es el número de argumentos que este exige. ¿Y qué es un argumento? Un elemento que obligatoriamente ha de acompañar al verbo dentro una oración. Por ejemplo, los complementos de régimen serían argumentos, puesto que, de no ir junto al verbo, la oración no tendría sentido: "La decisión depende" vs. "La decisión depende de nosotros"; "Gusta el chocolate" vs. "Me gusta el chocolate". A los demás elementos que acompañan al verbo, pero no son indispensables, se los llama adjuntos.

En función de su valencia, encontraríamos: 

* Los verbos avalentes, que no tienen argumentos y pueden ir solos en una oración. Los verbos impersonales (llover, nevar) se clasificarían en esta categoría.

* Los monovalentes, que son aquellos que demandan un argumento: Viene (alguien).

* Los bivalentes, que son los que presentan dos argumentos: (Alguien) compra (algo).

* Los trivalentes, que son los que tienen tres argumentos: (Alguien) convence (a alguien) (de algo).

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Por último, es preciso hablar de las perífrasis verbales, que es la unión de dos verbos que actúan como uno solo. Distinguimos dos tipos:

PERÍFRASIS MODALES	Obligación	Deber + Infinitivo Tener que + infinitivo Haber que (de) + infinitivo
	Posibilidad o capacidad	Poder + infinitivo Deber de + infinitivo
PERÍFRASIS ASPECTUALES O TEMPORALES	Comienzo o incoativas (ingresivas)	Ir a + infinitivo Ponerse a + infinitivo Empezar a + infinitivo Comenzar a + infinitivo Echarse a + infinitivo Arrancarse a + infinitivo
	Desarrollo o duración (durativas o cursivas)	Estar + gerundio Ir + gerundio Seguir + gerundio Continuar + gerundio Llevar + gerundio Andar + gerundio
	Final o terminativas	Dejar / acabar de / terminar de + infinitivo Llevar + participio
	De hábito o repetición	Soler + infinitivo Volver a + infinitivo

A la hora de analizar una perífrasis verbal, recordad que:

1) Hay que decir que es una perífrasis verbal.

2) Se dice, a continuación, qué tipo de perífrasis es (modal o aspectual y su subcategoría correspondiente).

3) Por último, hay que analizar morfológicamente cada palabra que conforma la perífrasis. Por ejemplo:

Voy a matar a Moe.

Voy a matar: perífrasis verbal aspectual de comienzo, formada por "voy" (verbo ir, tercera conjugación, primera persona del singular del presente de indicativo, aspecto imperfecto, voz activa), la preposición "a" y "matar" (verbo matar, primera conjugación, infinitivo simple, forma no personal).

Veamos otro caso más:

¡Estoy descansando la vista!

Estoy descansando: perífrasis verbal aspectual de desarrollo, formada por "estoy" (verbo estar, primera conjugación, primera persona del singular del presente de indicativo, aspecto imperfecto, voz activa) y "descansando" (verbo descansar, primera conjugación, gerundio simple, forma no personal).