Gustavo Adolfo Bécquer: esquemas

a) Apuntes biográficos
  1. Nace en Sevilla en el seno de una familia de comerciantes y artistas.
  2. Demuestra, desde joven, talento para las letras y las artes.
  3. Parte a Madrid con la intención de despuntar como escritor, sin ningún éxito.
  4. Logra sobrevivir con ayuda de sus amigos y los relatos que publica en el periódico El contemporáneo (las Leyendas que ya vimos en la prosa romántica).
  5. Se enamora de la actriz Julia Espín, quien lo acabó rechazando fulminantemente.
  6. Se casa por despecho con Casta Esteban, un matrimonio que no fue feliz.
  7. Comienzan sus problemas de salud derivados de la tuberculosis.
  8. Escribe Cartas desde mi celda, un conjunto de relatos y cartas sobre su retiro en un monasterio de Aragón, insistiendo en sus ambientes misteriosos y legendarios.
  9. El Libro de los gorriones, donde recogió su poesía, se perdió durante la Revolución Gloriosa de 1868.
  10. Muere con 34 años por culpa de la tuberculosis.
b) Rimas, de Bécquer

Después de su muerte, su hermano y algunos amigos recogieron los poemas de Bécquer, los ordenaron a nivel temático y los publicaron junto a sus Leyendas con el título de Rimas. Bécquer, que no había conocido la fama en vida como poeta, se convirtió entonces en el lírico más importante de la segunda mitad del siglo XIX. De hecho, se lo considera como el inicio de la poesía lírica contemporánea en España, habiendo influido en Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez (premio Nobel), Luis Cernuda, Antonio Machado...
  • Rasgos estilísticos
    • El lenguaje es claro, directo y sencillo, con una expresión profundamente natural de sus sentimientos.
    • Utiliza como estrofa la silva arromanzada: se trata de una sucesión breve de versos endecasílabos y heptasílabos con rima asonante en los pares, mientras que los impares quedan sueltos.
    • Utiliza abundantes recursos literarios, entre los que destacan:
      • El paralelismo, la anáfora y otros recursos de repetición.
      • La metáfora y el símbolo, sobre todo relacionados con elementos de la naturaleza.
      • La aliteración para crear musicalidad con el texto. 
      • El encabalgamiento tanto suave como abrupto.
  • Rasgos temáticos
  • Rimas I-IX, conocidas como las metapoéticas. Se llaman así porque versan sobre las reflexiones de Bécquer sobre la propia poesía lírica. Desde su punto de vista, la poesía:
    • Debe elaborarse mediante la unión del esfuerzo y el talento.
    • Debe manifestar la intimidad del artista.
    • Está vinculada con lo femenino por ese carácter intimista.
    • Debe recuperar la espiritualidad que ha perdido la sociedad burguesa.
  • Rimas X-LI, que abarcan el tema amoroso desde dos perspectivas:
  • Rimas X-XXIX, las cuales se convierten en una suerte de cancionero petrarquista dedicado a Julia Espín, que asume todos los rasgos de una donna angelicata, es decir, una mujer idealizada y perfecta, tanto a nivel físico (descriptio puellae, con insistencia en sus ojos verdes) como espiritual, cuyas atenciones brindan felicidad a la vida del artista. Toda su existencia se consagra entonces a amarla, entregándose por completo a ella:
Por una mirada, un mundo; 
por una sonrisa, un cielo; 
por un beso... ¡Yo no sé 
qué te diera por un beso! 
  • Rimas XXX-LI, que se componen después del rechazo de Julia, lo que lo sume en un profundo dolor, pero, sobre todo, una creciente sensación de despecho. Estas emociones hacen que Bécquer se muestre orgulloso ante su amada, ahora convertida en una mujer normal y corriente, y que incluso sea él mismo el que admita que su amor no podía ser debido al carácter de los dos:
Tú eras el huracán, y yo la alta 
torre que desafía su poder. 
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...! 
¡No pudo ser! 

 Tú eras el océano; y yo la enhiesta 
roca que firme aguarda su vaivén. 
¡Tenías que romperte o que arrancarme...! 
¡No pudo ser! 

 Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados 
uno a arrollar, el otro a no ceder; 
la senda estrecha, inevitable el choque... 
¡No pudo ser!
  • Rimas LII-final (su número varía según la edición), llamadas filosóficas o existencialistas debido a la profunda reflexión personal que Bécquer realiza sobre la vida. Debido al dolor que siente por el rechazo de Julia, el poeta no siente que la existencia tenga ya sentido alguno, siendo un páramo de tristeza, angustia, decepción, sufrimiento... Eso hace que gire hacia una visión pesimista de todo lo que lo rodea, obsesionándose con la soledad y, sobre todo, la muerte. Al igual que los poetas barrocos, todo evoca a la muerte, que no es concebida como un descanso o el paso a una vida mejor, sino como un final absoluto e inapelable:
Mi vida es un erial, 
flor que toco se deshoja; 
que en mi camino fatal 
alguien va sembrando el mal 
para que yo lo recoja.

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