El Realismo: características generales

A mediados del siglo XIX se produjeron en Europa multitud de transformaciones sociales (las continuas emigraciones del campo a la ciudad), políticas (triunfo del liberalismo), económicas (Revolución Industrial) y científicas que llevaron a que los ideales románticos quedaran completamente desfasados. Este movimiento fue perdiendo adeptos, en consecuencia, ya que no tenía sentido alejarse de un mundo, de una sociedad en frenético cambio. Asimismolos problemas sociales eran tales (la pobreza infantil, la desigualdad) que resultaba imposible ignorarlos. Es por ello que los escritores abandonaron la sensibilidad romántica para adentrarse en un nuevo movimiento que les permitiese estudiar y comprender el mundo que los rodeaba. Nacía así el Realismo.

1.- Características generales del Realismo

a) El realista se preocupa por su realidad y se centra completamente en ella, realizando un estudio objetivo y minucioso del mundo y la sociedad actuales.

b) Al igual que la Ilustración, el realista, una vez vistos los problemas de la sociedad, no dudará en criticarlos desde una perspectiva ética, incluyendo valoraciones y comentarios al respecto desde la voz del narrador o de uno de sus personajes.

c) Apuesta por un estilo claro, directo, sobrio y sencillo, con escasos recursos literarios, salvo la imagen (para reconstruir una parcela de la realidad), la comparación y la enumeración.

d) Abundan las descripciones de lugares, personajes y ambientes, que ofrecieran una visión rigurosa de la realidad de la que se iba a hablar.

e) Mostraban a la perfección, por medio de los diálogos, las diferentes formas de hablar de las clases sociales de la época. Es decir, cada personaje hablaba acorde a su condición social.

f) Empleo del narrador omnisciente, capaz de contar absolutamente todo lo relacionado con la historia y, sobre todo, sus personajes: sus sentimientos, su pasado, los motivos de sus acciones, etc.

g) También se utilizaba el narrador interno o en primera persona, para que fuera un personaje el que, desde dentro de la historia, mostrara cómo es el mundo donde vive.

h) Los realistas se decantan por personajes de la vida cotidiana, generalmente de la clase media, que no tienen virtudes especiales ni destacan en algún sentido. 

i) Utilización de nuevas técnicas narrativas, como el monólogo interior (el personaje habla mentalmente consigo mismo, lo que nos permite conocer sus emociones y sentimientos) o el estilo indirecto libre (las palabras de un personaje y las del narrador se entremezclan).

2.- Pioneros del Realismo español

* Cecilia Böhl de Faber se adscribe al Costumbrismo, tendencia literaria precursora del Realismo volcada en reflejar los usos y costumbres de una sociedad. Firmó con el seudónimo "Fernán Caballero" su mejor obra, La Gaviota, en la que narraba cómo Marisalada, seducida por el lujo de la vida de la ciudad, pierde la cabeza y abandona a su marido para irse con un torero. Se trata de una obra con un claro tono moral, en la que prima la defensa de los valores tradicionales.

* Pedro Antonio de Alarcón, que combina en su obra matices del Romanticismo, el Costumbrismo y el Realismo y de cuya producción destacaremos El sombrero de tres picos, en la que se nos cuenta la historia de cómo un procurador trata de seducir a una mujer casada de origen humilde (ya tocó este asunto Lope de Vega en Peribáñez y el comendador de Ocaña). Alarcón, de fuertes creencias católicas, evita todos los elementos escabrosos, no produciéndose el adulterio.

* Juan Valera, a quien se debe Pepita Jiménez, una historia narrada empleando la técnica del manuscrito hallado (la correspondencia de un deán de una catedral andaluza) y un narrador interno múltiple, pues la misma historia se cuenta desde tres ópticas distintas: la de don Luis, quien, a pesar de estar a punto de ordenarse sacerdote, confiesa a su tío (el deán) por carta su pasión por Pepita Jiménez, una joven viuda que se va a casar con su padre, don Pedro; la de un narrador omnisciente que plasma el triunfo del amor entre Luis y Pepita; y la del propio don Pedro, que cuenta con orgullo la felicidad de esta joven pareja, que logra casarse.

* José María de Pereda, a quien se debe la novela regionalista, que no solo refleja la forma de vida de una región concreta, sino que la defiende, al sentirse parte de ella. De mentalidad conservadora y antidemocrática, retrató en Sotileza cómo era el día a día de los pescadores de Cantabria, combinando el narrador omnisciente y sus propios recuerdos; y en Peñas arriba, la vida diaria de los pueblos de montaña cántabros, postulándose en favor de la humildad y la sencillez de las sociedades rurales frente a la corrupción de las ciudades.

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