Clarín y La Regenta

Catedrático de Derecho en la Universidad de Oviedo, Leopoldo Alas es otro de los puntales de la novela realista española. Más conocido por el sobrenombre que usó en prensa, 'Clarín', a él se le deben relatos cortos, cuentos (Pipá, ¡Adiós, Cordera!) y, sobre todo, la novela que lo hizo pasar a la posteridad: La Regenta. Esta es la obra que vamos a estudiar hoy y, para ello, nos vamos a valer de unos excelentes vídeos explicativos. Quiero, por favor, que veáis el que os cuelgo ahora hasta el minuto 4:45:




Este fragmento os ha permitido conocer a la gran protagonista de la historia, Ana Ozores, a la que apodan 'La Regenta' al estar casada con el magistrado de la zona, don Víctor Quintanar. Como podéis apreciar, el matrimonio es sumamente desigual: ella es una muchacha joven; y él podría ser su padre. 'Clarín' vuelve a tocar aquí un tema que ya había denunciado Leandro Fernández de Moratín en El sí de las niñas o El viejo y la niña, a saber, estos matrimonios arreglados entre personas con tanta diferencia de edad. Esto se nota especialmente en la escena que ocupa desde el minuto 5:15 hasta el 8:15 (volved al vídeo anterior para verlo).

Fijaos cómo Quintanar no actúa con Ana como si fuera su esposa: no duerme con ella, la trata como a una niña, le da besos en la frente (en vez de en los labios, aunque ella se lo pida)... Y encima la engaña para irse a cazar con su amigo y así no tener que hablar con ella más de lo necesario. Es, por tanto, un matrimonio sin amor y sin hijos, lo que hace que Ana sea sumamente desgraciada. A esto hay que unirle, además, su condición de huérfana, que su matrimonio fue apalabrado por sus tías... Durante toda su vida, Ana no ha podido hacer nada que ella desease: siempre ha estado sometida a los deseos de los demás.


Para colmo de males, Ana no tiene amigos en Vetusta (ciudad ficticia donde se ambienta la novela). Como muestra, ved el primer vídeo desde el minuto 8:43 hasta el final. Doña Visitación, que se supone que es su amiga, no duda en azuzarle a don Álvaro Mesía, un donjuán empedernido, a pesar de que cualquier romance entre ambos solo traería la desgracia a Ana. Y Doña Visitación no lo hace por compasión hacia ella, sino solo por divertirse a costa del escándalo que provocaría que ambos tuvieran un romance.

Ante esta triste situación, Ana solo tiene una escapatoria: Fermín de Pas, el magistral y su confesor, el único que parece escucharla de verdad. Sin embargo, él tampoco será sincero con ella, como se aprecia en este vídeo (2:58-5:48, por favor):



Como veis, la madre de Fermín adiestra a su hijo para que aproveche su influencia como confesor sobre Ana de cara a sus propios intereses económicos. Y así lo hará Fermín, siempre dirigido en las sombras por su madre (1:30-2:45 del siguiente vídeo):




Sin embargo, Fermín tiene otro interés en Ana. Continuad con este tercer vídeo hasta el minuto 4:30. Es evidente, ¿no? Fermín está totalmente enamorado de Ana Ozores, pero este es un amor imposible, dada su condición de sacerdote y que ella está casada. Sin embargo, Ana no tiene ni idea de estos sentimientos. Ella está convencida de que Fermín es solo un buen amigo que se preocupa de veras por ella (el único que lo hace), que la escucha y la ayuda de forma generosa y altruista. Nada de esto, por desgracia, es cierto; y, lamentablemente para Ana, la guía de Fermín la llevará a humillarse públicamente (id al vídeo, al minuto 8, hasta el final).

Si habéis curioseado los vídeos, habréis visto que todo el pueblo de Vetusta cotillea a espaldas de Ana, tanto los curas como los criados y los miembros de la clase alta. Todos murmuran y cuchichean sobre Ana, lo que la hace sentirse muy sola, aún más cuando va en procesión el Viernes Santo. Todos hablan de ella con desprecio, incluso su propio marido, que confiesa a Mesía que preferiría un engaño amoroso a ver a Ana de esa guisa. En consecuencia, Ana se aleja de Fermín y se acerca a un Mesía que no dudará en seducirla hasta que, finalmente... (hasta el minuto 9:41):

 
¿Y cómo creéis que reaccionará el pueblo? Seguid con el vídeo y lo descubriréis, aunque no es especialmente difícil: todos reniegan de Ana y la culpan de la muerte de Quintanar, hablando de ella con desprecio (incluso su supuesta amiga, doña Visitación). Todos echan la cruz a una Ana que ni siquiera encuentra consuelo en los brazos de quien ella creía que era su amigo: don Fermín de Pas. Cuando él la ve, como ya habréis comprobado, la ira, los celos, se apoderan de él y casi la agrede. Ana se queda sola, completamente sola, repudiada por todos.

Esta trágica historia toca diversos temas realmente interesantes:

1.- El machismo: en una sociedad dominada por hombres, Ana ha sido educada para callar y obedecer. Todas sus aspiraciones y anhelos son continuamente pisoteados, bien por sus tías cuando la crían, bien por su marido (bastante mayor que ella), bien por la actuación de una sociedad que no tiene miramientos con los errores de las mujeres.
2.- La moral decimonónica: la sociedad impone un estilo de vida tanto a hombres como a mujeres. Los deseos personales o la libertad son solo utopías en un mundo que te exige que vivas y te comportes de una determinada manera. De lo contrario, sufrirás aislamiento y repudio. Eso, precisamente, es lo que le sucede a Ana, encerrada y encorsetada en unos roles que no desea y condenada por un solo desliz (después de 8 años casada con un hombre que la ignora y no le da hijos).

3.- La religión: o mejor dicho, la intromisión de la Iglesia católica en todos los asuntos de la sociedad. En España, el clero tenía una poderosa influencia en cada decisión que se tomara, lo que, para 'Clarín', Galdós y otros intelectuales, retrasaba a nuestro país con respecto a los demás del Viejo Continente. En esta obra don Fermín de Pas será el que encarne el poder de la Iglesia, provocando con sus celos la desgracia de Ana Ozores.

4.- La política: en plena Restauración el caciquismo estaba a la orden del día, esto es, que unos pocos hombres manejasen a su antojo los asuntos de una región, manipulando incluso abiertamente las elecciones. Este caciquismo aparece reflejado en el seductor Álvaro Mesía y el marqués de Vegallana, quienes, aun siendo rivales políticos, se repartirán el poder y el dinero entre risas, puros y copas.

5.- España: muchos autores coinciden en que Vetusta es, en realidad, un retrato de la España de la época y de todos sus vicios: la corrupción política, la hipocresía moral, el atraso social, la opresión... Tan asfixiante es el ambiente de Vetusta, tan insoportable, que el lector no puede sino comprender las acciones de Ana Ozores, que pretende rebelarse (sin éxito) contra un sistema social en clara y absoluta decadencia.

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