1.- Rasgos generales de la literatura renacentista
a) Antropocentrismo: en el Renacimiento Dios ya no es el centro de todas las cosas, sino que lo será el ser humano. Este tiene autonomía suficiente para decidir su destino, conocer el mundo y dominarlo, por lo que sus sentimientos (mi yo, con su mundo interior, es protagonista de una vida propia única) y su existencia (que ya no es un tránsito hacia el Más Allá, sino que hay que disfrutarla) serán las que ahora cobren importancia en la literatura. Dios y la religión no serán olvidados; sin embargo, pasarán a un segundo plano en la producción literaria de este periodo.
b) Humanismo: relacionado con el principio anterior, fue una corriente filosófica que defendía, por un lado, la razón y el conocimiento como herramientas clave en el desarrollo del ser humano; y, por otro, el regreso de la cultura grecolatina, considerada como uno de los pináculos de la Historia del Hombre y, por tanto, digna de ser imitada en ese crecimiento social, científico, artístico y moral que ansían los humanistas. Con respecto a la literatura, el humanismo implica, más concretamente, la recuperación de temas mitológicos, el empleo de subgéneros líricos propios de la producción helena y romana (églogas, sobre todo) y, por último, la utilización de tópicos literarios clásicos, como el carpe diem (disfruta el momento), el locus amoenus (lugar paradisíaco) o el beatus ille (dichoso aquel), entre otros.
c) Neoplatonismo: dentro del deseo de recuperar la cultura grecolatina, los preceptos de Platón vuelven a cobrar protagonismo. Según el filósofo griego, el mundo sensible solo es un reflejo del mundo de las ideas, que es el que posee verdadero valor. Por ello, en la literatura se tiende a esa idealización, tanto de los paisajes donde ocurren los hechos (locus amoenus) como, especialmente, de la mujer, que se muestra como un ser perfecto y angelical (donna angelicata) descrita de acuerdo a los cánones de belleza de la época. Esto último es otro tópico grecolatino llamado descriptio puellae.
d) Donna angelicata: frente a la belle sans merci de la Edad Media, surge este otro tópico literario, que no solo muestra a la mujer como algo ideal y perfecto; sino, también, como una vía de acercarse a Dios. Y es que el amor que siente el poeta por ella no tiene nada que ver con el pecado, sino que es un sentimiento ennoblecedor, puro y perfecto, provocado por esa belleza ideal de la mujer, símbolo de la gloria divina en la Tierra.
e) Estilo: a medida que se van dignificando las lenguas nacionales frente al latín, los estudiosos de la lengua y, posteriormente, los escritores, considerarán que estos nuevos idiomas no han de utilizarse con artificiosidad o con excesivo recargo. Al contrario, para que la comunicación sea efectiva, se debe escribir como se habla, con naturalidad y sencillez. Por supuesto, esto no está reñido con el uso de los recursos literarios; pero estos no serán tan ambiguos y complejos como luego sucederá en el Barroco.
2.- La prosa no narrativa
a) ¿Qué es? Todas aquellas obras escritas en prosa cuyo fin exclusivo no es el entretenimiento, sino que tienen un carácter didáctico.
b) ¿Qué temas toca? Muestran un profundo interés por todo lo referente al mundo natural, la gramática y la historia.
c) ¿Cuántos tipos hay? Dos:
- Las misceláneas, que se definen como obras de divulgación científica e histórica, las cuales, a su vez, pretendían ser entretenidas para el gran público, no especializado en estos temas. De esa forma, este adquiriría mejor los conocimientos que transmitían. Sus principales fuentes de información fueron la Biblia, los autores clásicos (Aristóteles, Plinio) o misceláneas anteriores (italianas, principalmente); en España también se incorporarían leyendas, refranes...
Las principales misceláneas en España son las siguientes:
* Silva de varia lección, de Pedro Mexía, fue la primera miscelánea escrita en lengua moderna. Consta de 148 capítulos, en los que, sin un orden establecido, expone distintos temas históricos, biológicos o antropológicos que eran de interés para los lectores del siglo XVI.
* Miscelánea, de Luis de Zapata, muestra citas y ejemplos grecolatinos como si fuesen testimonios directos de personas que han vivido esos instantes en primera persona.
* Jardín de flores curiosas, de Antonio de Torquemada, está estructurada en forma de diálogo y, en ella, abundan los elementos fantásticos y sobrenaturales.
- Los diálogos, que son subgéneros didácticos de origen clásico en los que diferentes personajes intercambian, en una conversación, sus distintos puntos de vista sobre un tema concreto. Según su intención, pueden clasificarse en:
* Diálogos oratorios, cuyo origen está en Cicerón y Platón. En estos, la conversación que se recrea ha de parecer real. En este tipo destacan Secretum, de Petrarca (charla en latín entre el poeta y San Agustín sobre distintos asuntos: pereza, amor...); El cortesano, de Baltasar de Castiglione (en él, describe los rasgos físicos y morales ideales que debía tener un cortesano); y, en España, Diálogo de la lengua, de Juan de Valdés. En esta obra, el propio Valdés instruye a dos personajes italianos (Coriolano y Marcio) y un español (Torres) sobre distintas cuestiones lingüísticas del castellano. Se trata de un tratado de filología española que no solo defiende esta nueva lengua, sino que, además, promueve la naturalidad y la sencillez a la hora de expresarse.
* Diálogos satíricos o lucianescos, cuyo origen está en Luciano de Samosata. Su intención es fundamentalmente crítica, cuestionando distintos aspectos de la sociedad con un tono irónico y vivo. En estos suelen aparecen también elementos fantásticos. Los más reseñables son los Coloquios de Erasmo de Rotterdam (criticó abiertamente la espiritualidad mal entendida que predominaba en Europa); y El Crotalón, de Cristóbal de Villalón, en la que el zapatero Micilo mantiene una conversación con un gallo, que se encarga de instruirle. Esta peculiar charla esconde una profunda crítica al clero y al teocentrismo medieval.
3.- La prosa narrativa
a) ¿Qué es? Todas aquellas obras escritas en prosa cuyo fin exclusivo es el entretenimiento, narrando historias de ficción.
b) ¿Qué temas toca? Predominan las obras que muestran ambientes o personajes idealizados, con elementos fantásticos o mitológicos, si bien ya aparecen otras que reflejan la realidad tal como es.
c) ¿Cuántos tipos hay? Seis:
- La prosa celestinesca, que, como su nombre indica, es heredera de La Celestina. De hecho, muchas de estas novelas son continuaciones de la creación de Fernando de Rojas o imitaciones de la misma, mostrándonos a una alcahueta como protagonista. Suelen poseer una importante carga de crítica social, por lo que son, esencialmente, realistas; y están escritas en forma de diálogo. Las más destacadas son La segunda Celestina, de Feliciano de Silva; y La lozana andaluza, de Francisco Delicado, en la que se describe el ambiente vicioso de Roma, que corrompe a Aldonza, la protagonista.
- Las novelas de caballerías, moriscas, pastoriles, bizantinas y picarescas podréis encontrarlas, con sus diversas características, en este enlace del blog de la ESO. Dentro de la picaresca, por supuesto, sobresale El Lazarillo de Tormes, novela anónima de la que podréis conocer más en esta otra entrada.
* También habría que destacar los subgéneros narrativos menores, como los cuentecillos o facecias, que eran relatos breves de corte humorístico que el cortesano debía saber para demostrar su ingenio (Sobremesa y alivio de caminantes, de Juan de Timoneda); y las novellas, que se encuentran a medio camino entre los cuentos folclóricos y la novela corta italiana de Boccaccio y darán lugar a las novelas cortesanas (El patrañuelo, de Timoneda).
4.- La lírica
Para saber de la lírica renacentista, os recomiendo que visitéis estas páginas:
* El Renacimiento: aquí, además de repasar las características de este movimiento, hallaréis la obra del fundador de la lírica renacentista, a saber, Francesco Petrarca. Evidentemente, los rasgos del petrarquismo, que tanto influirán en la poesía española, se encuentran también en esta entrada.
* Garcilaso y la lírica renacentista: en este enlace disfrutaréis de todo lo que debéis saber sobre la producción poética de Garcilaso de la Vega, el más insigne de nuestros líricos.
* La lírica religiosa: en esta entrada tendréis la posibilidad de conocer más a fondo la obra lírica de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, quienes amoldaron el estilo renacentista y sus temas a la religión y la fe.
a) Antropocentrismo: en el Renacimiento Dios ya no es el centro de todas las cosas, sino que lo será el ser humano. Este tiene autonomía suficiente para decidir su destino, conocer el mundo y dominarlo, por lo que sus sentimientos (mi yo, con su mundo interior, es protagonista de una vida propia única) y su existencia (que ya no es un tránsito hacia el Más Allá, sino que hay que disfrutarla) serán las que ahora cobren importancia en la literatura. Dios y la religión no serán olvidados; sin embargo, pasarán a un segundo plano en la producción literaria de este periodo.
b) Humanismo: relacionado con el principio anterior, fue una corriente filosófica que defendía, por un lado, la razón y el conocimiento como herramientas clave en el desarrollo del ser humano; y, por otro, el regreso de la cultura grecolatina, considerada como uno de los pináculos de la Historia del Hombre y, por tanto, digna de ser imitada en ese crecimiento social, científico, artístico y moral que ansían los humanistas. Con respecto a la literatura, el humanismo implica, más concretamente, la recuperación de temas mitológicos, el empleo de subgéneros líricos propios de la producción helena y romana (églogas, sobre todo) y, por último, la utilización de tópicos literarios clásicos, como el carpe diem (disfruta el momento), el locus amoenus (lugar paradisíaco) o el beatus ille (dichoso aquel), entre otros.
c) Neoplatonismo: dentro del deseo de recuperar la cultura grecolatina, los preceptos de Platón vuelven a cobrar protagonismo. Según el filósofo griego, el mundo sensible solo es un reflejo del mundo de las ideas, que es el que posee verdadero valor. Por ello, en la literatura se tiende a esa idealización, tanto de los paisajes donde ocurren los hechos (locus amoenus) como, especialmente, de la mujer, que se muestra como un ser perfecto y angelical (donna angelicata) descrita de acuerdo a los cánones de belleza de la época. Esto último es otro tópico grecolatino llamado descriptio puellae.
d) Donna angelicata: frente a la belle sans merci de la Edad Media, surge este otro tópico literario, que no solo muestra a la mujer como algo ideal y perfecto; sino, también, como una vía de acercarse a Dios. Y es que el amor que siente el poeta por ella no tiene nada que ver con el pecado, sino que es un sentimiento ennoblecedor, puro y perfecto, provocado por esa belleza ideal de la mujer, símbolo de la gloria divina en la Tierra.
e) Estilo: a medida que se van dignificando las lenguas nacionales frente al latín, los estudiosos de la lengua y, posteriormente, los escritores, considerarán que estos nuevos idiomas no han de utilizarse con artificiosidad o con excesivo recargo. Al contrario, para que la comunicación sea efectiva, se debe escribir como se habla, con naturalidad y sencillez. Por supuesto, esto no está reñido con el uso de los recursos literarios; pero estos no serán tan ambiguos y complejos como luego sucederá en el Barroco.
2.- La prosa no narrativa
a) ¿Qué es? Todas aquellas obras escritas en prosa cuyo fin exclusivo no es el entretenimiento, sino que tienen un carácter didáctico.
b) ¿Qué temas toca? Muestran un profundo interés por todo lo referente al mundo natural, la gramática y la historia.
c) ¿Cuántos tipos hay? Dos:
- Las misceláneas, que se definen como obras de divulgación científica e histórica, las cuales, a su vez, pretendían ser entretenidas para el gran público, no especializado en estos temas. De esa forma, este adquiriría mejor los conocimientos que transmitían. Sus principales fuentes de información fueron la Biblia, los autores clásicos (Aristóteles, Plinio) o misceláneas anteriores (italianas, principalmente); en España también se incorporarían leyendas, refranes...
Las principales misceláneas en España son las siguientes:
* Silva de varia lección, de Pedro Mexía, fue la primera miscelánea escrita en lengua moderna. Consta de 148 capítulos, en los que, sin un orden establecido, expone distintos temas históricos, biológicos o antropológicos que eran de interés para los lectores del siglo XVI.
* Miscelánea, de Luis de Zapata, muestra citas y ejemplos grecolatinos como si fuesen testimonios directos de personas que han vivido esos instantes en primera persona.
* Jardín de flores curiosas, de Antonio de Torquemada, está estructurada en forma de diálogo y, en ella, abundan los elementos fantásticos y sobrenaturales.
- Los diálogos, que son subgéneros didácticos de origen clásico en los que diferentes personajes intercambian, en una conversación, sus distintos puntos de vista sobre un tema concreto. Según su intención, pueden clasificarse en:
* Diálogos oratorios, cuyo origen está en Cicerón y Platón. En estos, la conversación que se recrea ha de parecer real. En este tipo destacan Secretum, de Petrarca (charla en latín entre el poeta y San Agustín sobre distintos asuntos: pereza, amor...); El cortesano, de Baltasar de Castiglione (en él, describe los rasgos físicos y morales ideales que debía tener un cortesano); y, en España, Diálogo de la lengua, de Juan de Valdés. En esta obra, el propio Valdés instruye a dos personajes italianos (Coriolano y Marcio) y un español (Torres) sobre distintas cuestiones lingüísticas del castellano. Se trata de un tratado de filología española que no solo defiende esta nueva lengua, sino que, además, promueve la naturalidad y la sencillez a la hora de expresarse.
* Diálogos satíricos o lucianescos, cuyo origen está en Luciano de Samosata. Su intención es fundamentalmente crítica, cuestionando distintos aspectos de la sociedad con un tono irónico y vivo. En estos suelen aparecen también elementos fantásticos. Los más reseñables son los Coloquios de Erasmo de Rotterdam (criticó abiertamente la espiritualidad mal entendida que predominaba en Europa); y El Crotalón, de Cristóbal de Villalón, en la que el zapatero Micilo mantiene una conversación con un gallo, que se encarga de instruirle. Esta peculiar charla esconde una profunda crítica al clero y al teocentrismo medieval.
3.- La prosa narrativa
a) ¿Qué es? Todas aquellas obras escritas en prosa cuyo fin exclusivo es el entretenimiento, narrando historias de ficción.
b) ¿Qué temas toca? Predominan las obras que muestran ambientes o personajes idealizados, con elementos fantásticos o mitológicos, si bien ya aparecen otras que reflejan la realidad tal como es.
c) ¿Cuántos tipos hay? Seis:
- La prosa celestinesca, que, como su nombre indica, es heredera de La Celestina. De hecho, muchas de estas novelas son continuaciones de la creación de Fernando de Rojas o imitaciones de la misma, mostrándonos a una alcahueta como protagonista. Suelen poseer una importante carga de crítica social, por lo que son, esencialmente, realistas; y están escritas en forma de diálogo. Las más destacadas son La segunda Celestina, de Feliciano de Silva; y La lozana andaluza, de Francisco Delicado, en la que se describe el ambiente vicioso de Roma, que corrompe a Aldonza, la protagonista.
- Las novelas de caballerías, moriscas, pastoriles, bizantinas y picarescas podréis encontrarlas, con sus diversas características, en este enlace del blog de la ESO. Dentro de la picaresca, por supuesto, sobresale El Lazarillo de Tormes, novela anónima de la que podréis conocer más en esta otra entrada.
* También habría que destacar los subgéneros narrativos menores, como los cuentecillos o facecias, que eran relatos breves de corte humorístico que el cortesano debía saber para demostrar su ingenio (Sobremesa y alivio de caminantes, de Juan de Timoneda); y las novellas, que se encuentran a medio camino entre los cuentos folclóricos y la novela corta italiana de Boccaccio y darán lugar a las novelas cortesanas (El patrañuelo, de Timoneda).
4.- La lírica
Para saber de la lírica renacentista, os recomiendo que visitéis estas páginas:
* El Renacimiento: aquí, además de repasar las características de este movimiento, hallaréis la obra del fundador de la lírica renacentista, a saber, Francesco Petrarca. Evidentemente, los rasgos del petrarquismo, que tanto influirán en la poesía española, se encuentran también en esta entrada.
* Garcilaso y la lírica renacentista: en este enlace disfrutaréis de todo lo que debéis saber sobre la producción poética de Garcilaso de la Vega, el más insigne de nuestros líricos.
* La lírica religiosa: en esta entrada tendréis la posibilidad de conocer más a fondo la obra lírica de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, quienes amoldaron el estilo renacentista y sus temas a la religión y la fe.
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